El jamón serrano es un tipo de jamón curado originario de España. Su nombre, "serrano", hace referencia a las montañas o sierras donde tradicionalmente se curaba este tipo de jamón. Este método de curación se realiza en climas más secos y en altitudes elevadas, lo que contribuye a la textura y sabor característicos del jamón serrano.
 
El jamón serrano se elabora a partir de patas traseras de cerdos blancos o de raza ibérica. La preparación implica salar y curar la carne durante un período de tiempo que puede extenderse desde varios meses hasta más de un año, dependiendo del tamaño del jamón. Durante este proceso, la carne se seca y se cura lentamente, lo que contribuye a la concentración de sabores.
 
Una de las características distintivas del jamón serrano es su sabor intenso y salado, así como su textura jugosa y firme. La grasa infiltrada en la carne aporta un toque suave y untuoso. Este tipo de jamón se sirve típicamente en finas lonchas, ya sea como aperitivo, parte de bocadillos o como acompañamiento de platos diversos.