Terroir: Un terroir emblemático, formado a partir de rocas calientes, tanto volcánicas como intrusivas, producto de la actividad magmática imperante durante millones de años hasta el presente, en distintos períodos geológicos. Los suelos, francos arcillosos y francos arenosos, poseen una mineralogía con alta concentración de elementos como silicio, hierro, magnesio, potasio, calcio, sodio y aluminio, con disponibilidad diferencial, y que, en su conjunto, generan distintos comportamientos, permitiendo al viñedo abastecerse, equilibrarse y sobrevivir en esta zona extrema, la cual se trabaja principalmente con agricultura de secano y mínima labranza.

Vinificación: El proceso comienza con una rigurosa selección de racimos para acceder luego a la moledora, asegurando así una molienda de perfecta calidad. Luego, se procede a una maceración prefermentativa en frío, (7 días). Pasado este tiempo, se inicia su fermentación alcohólica utilizando levaduras seleccionadas y con sucesivos remontajes para conseguir la correcta extracción de los taninos de las pieles.
 
Finalizada la fermentación, le sigue una maceración post fermentativa, que requiere un encubado de 25 a 28 días. A continuación, el vino se destinó a barricas de roble francés (nuevas, de uno y dos años), donde desarrolló la fermentación maloláctica y un período de crianza de 12 meses. Al cabo de este tiempo, se procedió a efectuar la mezcla.

Notas de Cata: Parinacota es un vino con personalidad. Un vino revelador, extremo, sofisticado y elegante. Color rojo violáceo intenso, muy profundo y brillante. Un intenso aroma a frutos negros silvestres, cedro, regaliz, ruibarbo y olivas. Notas de humo y mineralidad. Es un vino con carácter, con peso, cuerpo y estructura; con taninos importantes, que recuerdan a los taninos de montaña. Son taninos frescos, con energía, reactivos, y elegantes, resultado de un buen trabajo de crianza en barricas. Es un vino redondo, agradable, y con un largo final.